El fantasmita
Esta es la historia
del fantasma Justo
que todas las noches
se muere de susto.
Vive el pobrecito
en un subterráneo
entre unas arañas
criadas por años.
Tan pronto oscurece
gime de pavor:
¿Vendrá esta noche?
¡Qué susto! ¡Qué horror!
Al sonar las doce
llega Luis Vampiro
vine a acompañarlo
pues son muy amigos.
¡Dime, fantasmita!
¿Qué te da pavor?
Pregunta la momia
desde su rincón.
Llora el fantasmita
niebla a borbotones
y luego susurra:
¡Temo a los ratones!
Miss bruja
Para ser bruja preciosa
debes oler siempre a ajo,
tener la cara verdosa
y los pelos de estropajo.
Ser huesuda y orejuda
y lucir en la nariz
una verruga peluda
larga como una lombriz.
Tener un único diente
y una colosal joroba.
Hablar con voz estridente
y apoyarte en una escoba.
Si además de todo esto
te vistes siempre de oscuro
y vives en sitio infecto,
serás Miss Bruja, seguro.
El fantasma Cucufate
El fantasma Cucufate
se dio ayer un sofocón:
se manchó de chocolate
la sábana de algodón.
La metió en la lavadora,
le echó mucho detergente
y la lavó media hora
con el agua muy caliente.
Y ahora como alma en pena,
enfadado y afligido,
vaga de almena en almena:
¡la sábana le ha encogido!
Le llega por las rodillas,
igual que una camiseta,
y luce las pantorrillas
y las medias de calceta.
Tiene un enorme disgusto
porque, de frente o de espaldas,
¿a quién va a matar de susto
un fantasma en minifalda?
Entre las calabazas
Entre las calabazas
los ojos en llama
reflejan en las brasas
lo negro del cielo.
¡Oh disfraz!
te escondes atrás
de ese antifaz
en presencia gris
de brillo nocturno
ocultas tu presencia
agitada en murmullo…
Danzan sobre tus pupilas
de la media noche
los péndulos misteriosos
marcando las doce.
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